WhatsApp, la aplicación de mensajería que utilizan 900 millones de usuarios en todo el mundo, acaba de lanzar versión nativa para escritorio (PC o Mac), que se instala en el sistema y puede permanecer abierta mientras se realizan otras tareas.
Al igual que WhatsApp Web, el cliente de escritorio nos permite enviar y recibir mensajes siempre y cuando nuestro móvil esté encendido y hayamos vinculado ambas aplicaciones mediante un código QR.
Como WhatsApp Web, pero sin el navegador abierto
WhatsApp ya lanzó una interfaz para poder enviar mensajes desde el ordenador, a petición de los usuarios.
El acceso se podía realizar solo vía web. Año y medio más tarde lanza la versión de escritorio, que nos evita tener una pestaña del navegador abierta, está siempre disponible y cuenta con un mejor sistema de notificaciones.
Pero sin muchas novedades
La interfaz de WhatsApp para escritorio no presenta mejoras sustanciales con respecto a la versión web.
Además, no es posible vincular la cuenta de WhatsApp directamente con la aplicación para evitar tener el teléfono móvil encendido, hecho que, además de suponer una incomodidad, añade un gasto extra de batería y consumo de datos en caso de no estar conectado a una red wifi.
La compañía justifica esta decisión de tener el teléfono encendido en que la comunicación con el usuario se realice siempre de forma directa y sin la necesidad de tener que almacenar los mensajes en un servidor: los mensajes se descargan directamente en el dispositivo y es este el que los distribuye más tarde a los clientes que hayamos autorizado.
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