Papa defiende el fin del trabajo los domingos

"Medida es benéfica para todos, creyentes o no" dice el Papa

Francisco lamentó abandondo de la práctica cristiana tradicional de no trabajar el domingo, diciendo que tiene un impacto negativo en la familia y las amistades.

El Papa viajó el sábado (5) para Molise, una zona rural en el corazón del sur de Italia, donde el alto desempleo es crónico. Al decir que los pobres deben trabajar para tener dignidad, Francisco argumentó que la apertura de tiendas y otros negocios los domingos como una manera de crear puestos de trabajo, sin embargo, no es beneficioso para la sociedad.

Francisco dijo que la prioridad debe ser "no económico, sino humano", y que el foco debe estar puesto en las relaciones familiares y de amistad, y no en el comercio.

"Tal vez es el momento de preguntarnos que trabajar los domingos es la verdadera libertad", dijo.

El Papa sostuvo que pasar el domingo con los amigos y la familia es un "código de ética", tanto para los fieles y que no creen.

"Tal vez es el momento de preguntarnos que trabajar los domingos es la verdadera libertad"

Francisco, de 77 años, parecía recuperado de una serie de enfermedades que lo llevaron a cancelar varios compromisos recientes. Viajó por el helicóptero Molise para un día lleno de actividades, incluyendo el almuerzo con los pobres y una visita a una prisión.

El pontífice mostró a estar lleno de energía y una sonrisa para saludar al público. El Vaticano llamó a los problemas de salud como "moderado" y no dio más detalles.

En un discurso en forma extemporánea, el Papa animó a los padres a pasar más tiempo con sus hijos.

"Perder el tiempo con los niños," dijo, y agregó que le gustaría preguntar a los padres si se "juegan con sus hijos."


Fuente: IG.ECONOMIA


 

 NOTA:

En cuanto al argumento, el papa Francisco tiene toda la razón. Las familias, de hecho, necesitan tiempo para cultivar relaciones más profundas. Los trabajadores, sin duda tienen derecho a un día de descanso. Detener un día a la semana para priorizar el descanso y las relaciones, por supuesto, es la propuesta ideal para resolver muchas injusticias sociales. El problema es el día propuesto. 

Bíblicamente hablando, el sábado ha sido siempre - es y será - el memorial de la creación y el signo de la autoridad del Creador (Ezequiel 20:20). Es el verdadero día de descanso y familia, establecida por Dios mismo. Hace siglos, el papado cambió el día de reposo del sábado al domingo y afirmó que lo hizo por el presunto poder dado por Dios para el Papa de Roma. Así que si el sábado es el sello / la señal / memorial de la autoridad del Creador, el domingo es el signo de la autoridad papal, humano.

La ley de Dios - los Diez Mandamientos escritos en tablas de piedra por el Creador del Universo mismo (Éxodo 20) - es eterna e inmutable como el Legislador mismo quien dio a la humanidad (Mateo 05:17, 18). La principal justificación para el cambio de guardia de día ha sido la resurrección de Cristo el domingo. Sucede que no hay un pasaje incluso - ni uno! - Decir que Jesús habría cambiado el día de la observancia del sábado para el domingo, ya sea antes o después de la resurrección - tanto es así que sus seguidores, entre ellos su madre, María, los discípulos y el apóstol Pablo, continuaron guardando el sábado después la muerte y el ascenso del Maestro.

La "justificación" para el descanso dominical, ahora, es más sutil y adaptado a esta edad secularizada. Más allá del argumento ecuménico para salvar el planeta (El papa Benedicto sugirió que el domingo fue utilizado como un día de "baja en carbono"), también hay esa predicación a favor de los trabajadores, la familia y la libertad.

¿Quién en su sano juicio, puede argumentar en contra de esta maravillosa propuesta? Y la minoría que insisten en la santificación del sábado (por ser fieles a la Palabra de Dios), será visto como "el enemigo de la sociedad", terco, radical, fundamentalista, etc. El apoyo a la propuesta papal ya existe para el Parlamento Europeo y en algunas ciudades, como Santa María, por ejemplo (cheque). Así que es más fácil que nunca  imponer un día de descanso que tiene aceptación universal.